jueves, 24 de octubre de 2013

Definiciones.

No te equivoques, la belleza no está sólo en unos ojos verdes o azules; la belleza se instaura en tu piel desde el preciso momento en el que, al detenerte a respirar, sonríes al llenar tus pulmones de polución.
A la belleza la delinean las palabras que brotan de tu pecho a borbotones, sin ciencia cierta, sin empirismos ni malicia. La belleza cobra vida cuando tus pies desnudos se hunden en la tierra mojada y la humedad del suelo te hace palpitar, te sientes vivo/a, en paz, sereno/a.
La belleza mezcla la bondad de las palabras, su perfección, deidad y potencia con su capacidad de viajar e introducirse en las venas con más estrépito que un tsunami; se visten de cortesía, de verdad, de erotismo, de anhelo, de deseo y de pasión para nublar la razón y  dejar que se deslicen por el oído para acabar en una cara roja de vergüenza, una boca sedienta de otra boca, un corazón latente de amor o un vientre ardiente de delirio.
Las palabras son una expresión pura y majestuosa de belleza sin límites ni reglas; tan duras como un puñetazo o tan dulces como una caricia.  Tienen la facultad de desplegar sus artimañas y envolverte en la perdición.
Entonces, si somos conocedores de su implacable poderío y supremacía, por qué seguimos creyendo en las vacuas palabras (sonidos sin orden ni concierto) que nos regala una televisión comprada con censura, una prensa con miedo a profesar su derecho de libre expresión, una élite política que se contradice a sí misma ganadora del Óscar a la mejor actuación y al mejor guión adaptado.
Quizá somos incapaces de discernir entre palabras que enamoran  y palabras que hacen daño; es sencillo, si ves que las personas no saben en dónde queda La Alhambra o el Parque Güell , algo de palabras con engaño te cenaste el día anterior y te dejaron hinchado/a, lleno/a de gases y con malestar; en ese caso, es hora de decirle a José Ignacio Wert que bien se puede comer cada una de sus reformas con patatas fritas metafóricas aliñadas con esas palabras funestas y nocivas que tanto le gustan.


2 comentarios:

  1. La belleza también está, en leer artículos como éste, que te lleva de lo simple a lo complejo. Cuando empiezas a hacerte una idea del texto, zas! Cambias el contexto, y ahí esta la magia, porque no te lo esperabas, entonces paras, sonríes, reflexionas, porque te das cuenta que increíblemente todo está enlazado de principio a fin.
    San, te felicito, pienso que tienes mucho talento, y te admiro porque con tu blog nos invitas a la reflexión sobre nuestras problemáticas sociales.
    Me apasiona leerte! P.A.Z

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  2. Se puede sonreír más? Gracias mi querida P.A.Z. Por palabras como estas es que me digo que merece la pena.

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