Podemos comenzar afirmando que el cielo es azul o que la
política es corrupta. Podemos copiar en los exámenes o hacer de cualquier cosa
a nuestro alcance un vicio. Podemos, podemos, podemos… Podemos ser la mejor
versión de nosotros mismos o ser nuestro peor enemigo o enemiga. Podemos ser
jodidamente rastreras y jugar a los juegos más descabellados y macabros que
cualquier persona pueda imaginar. Podemos volar a Nunca Jamás pero decidimos
entrar a Narnia a través del famoso armario. Podemos hacer lo que nos dé la
gana y más.
Pero ¡Vaya! Curiosamente elegimos no hacer, no poder, no
jugar, no volar, no ser.
Seguimos siendo, como afirmaba Hobbes, lobos para el propio
ser humano. Cambiamos la compasión, la bondad y la empatía por un “jajaja”
falso a través de un teclado frío y distante capaz de ocultar nuestras
verdaderas perversiones o intensiones.
Trasladaríamos nuestra alma a un cuadro para que en él se reflejaran
todas nuestras maldades y envejeciera por nosotros si supiéramos cómo hacerlo o
viniera en un tutorial de Youtube.
Nuestra cultura occidental y antropocéntrica reafirma nuestro
“yo” frente a los demás y el “yo soy yo y mis circunstancias” cobra sentido.
Somos el resultado de los errores y aciertos de quienes nos crían. Conejillos
de Indias de quienes nos quieren y los que no.
Podemos… Somos.
Podemos ser lo que queramos ser y podemos hacer lo que nos
dejen hacer. Ups! Perdón, rectifico: podemos hacer lo que queramos hacer. Por
eso, tanto Wert como Rajoy, Gallardón, Obama o S.M el Rey D. Juan Carlos hacen
lo que quieren. ¡Perdón de nuevo! Hacen lo que los dejamos hacer.
Este es algo fascinante..
ResponderEliminar